plenos municipales

UN ALCALDE MORDAZA

En el último Pleno celebrado el pasado  día 4 de Abril, el Alcalde expulsó a la Portavoz del Grupo Parlamentario IMAGINES por pedir la palabra para aclarar las alusiones hechas por el portavoz del Grupo Socialista en torno a la utilización de lo sucedido en los Carnavales como arma arrojadiza contra el Alcalde.
La expulsión se llevó a cabo en un tiempo meteórico, tres advertencias en tan solo 1 minuto y las tres por el mismo hecho, pedir la palabra y argumentar que el Alcalde-Presidente debía concedérsela ya que había permitido otras intervenciones fuera de lugar.
La expulsión de un concejal, es la máxima sanción que se puede aplicar por un Alcalde, según lo establecido en la legislación, ya que supone privar a un cargo electo de la participación en los asuntos municipales debatidos en esa sesión, y por ende a los ciudadanos a los que representa. Es una sanción que solo debe ser utilizada en casos extremos de alteración del orden, cuestión que ni de lejos sucedió en durante la celebración del Pleno.
El Alcalde decide la expulsión de nuestra Portavoz después de permitir intervenciones a otros Concejales, sin orden alguno, concediendo la palabra sin ningún criterio, de forma desordenada y permitiendo las interrupciones. Se puede ver en el video.
Pero esta actitud no es nueva, viene practicándola desde hace meses. Pleno tras Pleno el Alcalde da rienda suelta a su arbitrariedad porque no sabe dirigirlo.
Comenzó cuando se dio cuenta de lo mal que quedaba su Grupo en los Plenos, por la continua falta de argumentos de la Portavoz del Grupo Socialista, entonces el Alcalde inventó una técnica, la de cerrar los Plenos con sus intervenciones, aunque no le correspondía usar la palabra, pronunciaba discursos que intentaban salvar su imagen  y la de su equipo.
La función del Alcalde es la de presidir el Pleno, pero si no es el Portavoz de su Grupo no puede intervenir. El Alcalde, como Presidente del Pleno, se tiene que limitar a dirigirlos de forma adecuada, cumpliendo las normas. El Alcalde no tiene un poder absoluto. Nadie en democracia lo tiene.
Poco después abandonó esta técnica ante nuestra continua y contundente protesta y comenzó una nueva, la de intentar limitar el tiempo de  las intervenciones. Para ello desempolva un Reglamento de Funcionamiento aprobado en 2006,  durante el mandato del Alcalde Francisco González Cabrera del Partido Popular, que estaba en desuso.
Sin embargo, Romualdo Garrido aplica este Reglamento en unas sesiones si y en otras no, según a quien le toque intervenir o según le molesten más o menos las intervenciones.
Y así lo ha hecho nuevamente en este Pleno. Pero esta vez en su desenfreno por amordazarnos ha ido más allá y ha dejado en evidencia el “buen hacer” que debe tener un Alcalde cuando Preside un Pleno. El Alcalde debe tener el suficiente talante como para reconducir las situaciones de tensión, no crearlas que es lo que suele hacer. Algo se ha hecho evidente, “no se le pueden pedir peras al olmo”.


Os dejamos el video del pleno íntegro. Nuestra intervención tiene lugar en el minuto 11:43, y la expulsión se produce en el 59:15.


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