Carnaval de Gines

CUESTIÓN DE CONCEPTO

Ante la próxima celebración de los Carnavales de Gines, en el último Pleno de 31 de Enero preguntamos al equipo de gobierno del PSOE sobre las medidas que iban a adoptar para que no se repitieran  los incidentes que tuvieron lugar el año pasado, cuando las calles y urbanizaciones aledañas al Pabellón cubierto se vieron invadidas por un “macro-botellón”.
El Concejal de Seguridad, Patricio Jiménez Ortiz, nos informa que aumentarán el número de efectivos de cuerpos de seguridad, tanto Policía Local como Guardia Civil, para  lo que se ha pedido a varios Ayuntamientos cercanos un determinado número de Policías que se sumarán a la plantilla del Ayuntamiento de Gines que estará íntegramente de servicio ese día.
Por nuestra parte se ha expuesto nuevamente, como ya lo hicimos el año pasado, que el problema no estriba únicamente en el número de efectivos policiales de que se disponga. El problema está en el concepto de Carnaval que últimamente se está imponiendo en Gines, favorecido desde la Alcaldía y Concejalía de Festejos.
La cuestión radica en que el Carnaval de Gines ha dejado de ser una fiesta diseñada para el disfrute de las familias y vecinos de Gines para convertirse, gracias al afán de nuestro de Alcalde, en un referente festivo de la provincia de Sevilla, como a él le gusta decir. No escatima en medios publicitarios, entrevistas en televisiones locales y retransmisiones en los días previos al pasacalles, de tal modo que cuando llega el sábado toda la provincia sabe que en Gines hay fiesta, y lo que es peor, como el “boca a boca” funciona  se va transmitiendo que dejan beber en la calle y no pasa nada.
Todo esto está bien mientras reporte beneficios al municipio, a sus vecinos, a sus comercios, bares, etc., pero la tendencia del sábado noche de los últimos años no es así. Los que vienen desde otras localidades con su “bolsita” solo nos dejan residuos y excrementos después de una noche de excesos, mientras que las vecinas de Gines viven una noche de pesadilla y las familias se retiran a casa temprano por el ambiente que se vive en la calle.
No entendemos el “efecto llamada” que busca nuestro Alcalde a través de los medios de comunicación, cuando el Pabellón cubierto tiene un aforo limitado para 1.000 personas que, una vez cubierto, provoca que los que no pueden entrar se queden en la calle, lógicamente bebiendo, que para eso vienen preparados con su “equipaje”
No estamos en contra del Carnaval. Estamos en contra de convertir el Carnaval en un macro-botellón callejero.
Sr. Alcalde, sobra el “efecto llamada” y sobran las macro botellonas, que hacen imposible el descanso a la vez que el disfrute del Carnaval por las vecinas y vecinos de Gines.  

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